Em Espanhol
A la joven madre
Querida (nombre),
¡Felicidades! Imagino lo feliz que te sentirás en este momento después de haber traído al mundo un ser bello y puro. Formado en tu vientre, conviviendo próximo a tu corazón durante los nueve primeros meses de vida, esta criatura trae consigo la suma de los mejores y más nobles sentimientos.
En este momento todavía debes estar deslumbrada con tu propia “obra”, con esos detalles físicos que guardan tanto misterio en proporciones tan minúsculas: ¡manitas, piececitos, corazón y pequeños pulmones funcionando perfectamente!
A lo mejor todavía no te has dado cuenta que a pesar de la naturalidad, a pesar del don inicial de toda mujer hacia la maternidad, acabas de hacer el milagro de la transformación del amor en vida, acabas de dar al mundo y a la luz un ser real y palpable, que será capaz de cargar y distribuir la esencia del amor con el que fue concebido.
Puede que todavía estés un poco asustada con esta responsabilidad, con la necesidad de estar siempre atenta y fuerte para ayudar a esta criatura a crecer en un ambiente de confort y bienestar, para ayudar a este bebé a encontrar un camino de alegría y prosperidad. Pero estoy seguro de que serás capaz de eso y de mucho más, además, tu bebé también lo sabe ya. El ya se siente hace tiempo orgulloso de tener una madre tan segura y tan capaz y ¡está agradecido por ello!
Querida, acepta una vez más mis más cariñosas felicitaciones. Acepta también mi más sincero agradecimiento porque se que has traído al mundo un ser especial que lleva en las venas los mejores genes que pudiera heredar: ¡los del amor, la solidaridad, lealtad, confianza y esperanza en un mundo cada vez mejor!
Un fuerte beso de
(firma)